El plan de sequía, a revisión y con menos límites a campos y granjas

La conselleria de Agricultura y la de Territorio, a través de la Agència Catalana de l’Aigua, están llevando a cabo una revisión del plan especial de sequía de las cuencas internas, que incluyen buena parte del Solsonès, con la que prevén rebajar la penalización en la utilización del agua a los s del sector primario.

El conseller de Agricultura, Òscar Ordeig, avanzó la semana pasada en Mollerussa que esta revisión beneficiará sobre todo a los productores de las cuencas internas y señaló que se trata de “no perjudicar, en caso de restricciones, a los usos agrarios y ganaderos. Para el que tenga un plan de ahorro, las restricciones serán mucho menores en agricultura y ganadería”, aseguró, al tiempo que concretó que “había un desequilibrio entre la industria, los usos turísticos y los usos de boca que se equilibrará para no perjudicar al sector agrario. Deberán hacer sacrificios mucho menores”.

La sequía de los últimos años llevó a la Generalitat a plantear distintos escenarios en los que, según la gravedad de la escasez del recurso en los pantanos, se imponían recortes severos en el uso del agua (de hasta el 50%) sobre todo al sector productivo. Esta medida podía afectar especialmente a los municipios de Solsona, Navès, Olius, Pinós, Riner y Clariana de Cardener si entraban en un escenario de emergencia. Estos municipios, que se abastecen de los embalses de la cuenca del Llobregat, están actualmente en alerta por sequía y tienen algún tipo de limitación como restricciones del 25 y el 10% en usos agrícolas y ganaderos. La Llosa del Cavall tiene actualmente 31 hectómetros cúbicos de agua y Sant Ponç (ambos en el Cardener, afluente el Llobregat), 14,5 hectómetros, con lo que están al 40 y al 60%, respectivamente, de su capacidad.

La Generalitat acordó precisamente el martes mantener la alerta por sequía en las cuencas internas a pesar de que en su conjunto los embalses superaron el umbral del 40% de reservas.