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La Federación Vecinal se ‘mudará’ al Palau de Vidre a finales de año
Contará con al menos dos espacios fijos para presidencia y istración

Vista de la fachada principal del Palau de Vidre, cuya rehabilitación empezó en septiembre de 2023. - JORDI ECHEVARRIA
La Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV) abandonará a finales de año su sede de la plaza Sant Llorenç, en el Centro Histórico, para trasladarse al Palau de Vidre, donde contará con, al menos, dos estancias fijas. Así lo aseguró el presidente de la entidad, Toni Baró, tras reunirse con el alcalde, Fèlix Larrosa, que le concretó que “la idea es poder disponer de los espacios a finales de año, probablemente entre noviembre y diciembre, y tenemos muchas ganas de poder estrenarlo”.
Este edificio, que desde septiembre de 2023 está siendo rehabilitado gracias a los fondos europeos, mantendrá usos feriales, pero también albergará un hotel de entidades y oficinas municipales en su planta superior. En este sentido, Baró detalló que “actualmente están licitando la compra de mobiliario y el alcalde nos dijo que contaremos con dos espacios fijos, uno para presidencia, otro para istración y el resto de salas las podremos usar en función de la disponibilidad que tengan”. Baró se congratuló que puedan trasladarse al Palau de Vidre y abandonar su sede de Sant Llorenç, ya que “es un espacio antiguo que está muy degradado, con malos servicios y no es apto para ser la sede de la Federación de Vecinos”.
Baró pide un POUM “que sea útil y consensuado”
En relación al nuevo Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) que presentó el gobierno a principios de semana, el presidente de la FAV, Toni Baró, consideró que “está muy bien y es adecuado que se elabore uno nuevo porque el actual ya es muy antiguo, pero lo más importante es que sea útil para definir el desarrollo sostenible y ordenado de la ciudad y, sobre todo, que esté consensuado lo máximo posible, ya que es la hoja de ruta de la Lleida del futuro”. Como elementos positivos, Baró destacó el hecho de que inste a llenar los “agujeros” que actualmente hay en la trama urbana y que prevé trasladar las industrias que hay en barrios como Cappont, Pardinyes o Els Mangraners a los polígonos. Sin embargo, quieren revisar “muy en profundidad los aspectos relacionados con la movilidad, la protección de l’Horta y la implantación de zonas verdes en las islas de edificios para ver sobre todo cómo afectaría a los vecinos”.