Aldi empieza a cobrar 12 euros por entrar a sus tiendas: así es el nuevo sistema de compra
La cadena de supermercados experimenta con un sistema que permite realizar compras sin pasar por caja mediante tecnología de sensores y cámaras

Imagen de archivo de un supermercado Aldi.
Aldi ha puesto en marcha una innovadora prueba piloto en Londres donde los clientes deben abonar 10 libras (aproximadamente 12 euros) para acceder al establecimiento. Este depósito inicial se descuenta posteriormente de la compra o se reembolsa íntegramente si el cliente decide no adquirir ningún producto. La iniciativa forma parte del proyecto 'Aldi Shop & Go', que representa un paso más en la evolución de los sistemas de pago en supermercados, eliminando por completo la necesidad de pasar por caja gracias a un avanzado sistema de sensores y cámaras.
El funcionamiento es sencillo pero revolucionario: tras realizar el pago de , el cliente puede seleccionar los productos que desee mientras la tecnología instalada registra automáticamente cada artículo. Al salir del establecimiento, el importe total se carga directamente en la cuenta del a través de una aplicación móvil, descontando el depósito inicial. Si la compra supera las 10 libras, se cobrará la diferencia, mientras que si es inferior o no se adquiere nada, se devuelve la cantidad correspondiente.
Este sistema, aunque novedoso en Europa y objeto de cierta polémica, ya se encuentra implementado con normalidad en varios países asiáticos y representa la última fase en la transformación del comercio minorista, que ha pasado de las tradicionales cajas registradoras a los sistemas de autoservicio y ahora evoluciona hacia establecimientos completamente automatizados.
¿Cómo funciona exactamente la tecnología de Aldi Shop & Go?
La tecnología que sustenta este innovador sistema se basa en una red de cámaras inteligentes y sensores de peso distribuidos estratégicamente por todo el establecimiento. Estos dispositivos trabajan de manera coordinada para identificar con precisión qué productos selecciona cada cliente y cuáles devuelve a las estanterías, creando un "carrito virtual" en tiempo real.
El proceso comienza cuando el cliente escanea un código QR generado por la aplicación de Aldi al entrar en la tienda, momento en que se realiza el cargo del depósito de 12€. A partir de ahí, puede moverse libremente por el establecimiento seleccionando productos mientras el sistema registra cada movimiento. La tecnología es capaz de distinguir entre productos similares y detectar incluso cuando un artículo es devuelto a su lugar original.
Al finalizar la compra, el cliente simplemente sale de la tienda sin necesidad de escanear nada. El sistema procesa automáticamente el pago final, descontando el depósito inicial y enviando un recibo digital detallado al smartphone del . Todo el proceso está diseñado para ser fluido, rápido y eliminar por completo las colas, uno de los principales puntos de fricción en la experiencia de compra tradicional.
Ventajas y desafíos del nuevo modelo de compra
Esta innovación tecnológica ofrece beneficios evidentes tanto para los consumidores como para las cadenas de supermercados. Para los clientes, la principal ventaja es la eliminación de las esperas en caja, optimizando significativamente el tiempo dedicado a la compra. Además, el sistema facilita un seguimiento en tiempo real del importe gastado, permitiendo un mejor control del presupuesto durante la visita al establecimiento.
Para Aldi, la implementación de esta tecnología podría traducirse en una mayor eficiencia operativa, reducción de costes a largo plazo y la posibilidad de reasignar personal a tareas de mayor valor añadido como la atención al cliente y el mantenimiento de estanterías. Asimismo, los datos recopilados permiten un análisis detallado del comportamiento de compra, facilitando la optimización del surtido y la disposición de productos.
Sin embargo, el sistema también plantea importantes desafíos. El requisito de realizar un pago previo podría suponer una barrera de entrada para determinados perfiles de consumidores, especialmente aquellos menos familiarizados con la tecnología digital o con limitaciones económicas que dificulten adelantar incluso pequeñas cantidades de dinero. También existe preocupación sobre la fiabilidad del sistema y la posibilidad de errores en el registro automático de productos, que podrían generar discrepancias en los cargos.
Amazon Go: el precedente que marcó el camino
El concepto de tiendas sin cajas no es completamente nuevo. Amazon fue pionera en este campo con el lanzamiento de Amazon Go en 2018, un formato de tienda que utiliza tecnología similar para permitir a los clientes tomar productos y salir sin pasar por caja. La diferencia fundamental entre ambos modelos es que Amazon no requiere un depósito inicial, sino simplemente identificarse con la aplicación al entrar.
El gigante del comercio electrónico ha expandido gradualmente este formato, demostrando la viabilidad comercial del concepto. Actualmente cuenta con más de 40 tiendas Amazon Go en Estados Unidos, y ha licenciado su tecnología "Just Walk Out" a otros minoristas, confirmando el interés del sector por esta innovación.
La experiencia de Amazon ha servido como campo de pruebas para identificar desafíos técnicos y operativos, como la precisión en el seguimiento de productos en entornos con alta densidad de clientes o la gestión de artículos con embalajes similares, lecciones que probablemente Aldi ha incorporado en el diseño de su sistema.
Implicaciones para el empleo en el sector retail
Una de las principales preocupaciones que genera la expansión de este tipo de tecnologías es su impacto en el empleo. La eliminación de cajeros tradicionales podría reducir la necesidad de personal en los supermercados, contribuyendo a la tendencia de automatización que ya ha transformado otros sectores económicos.
Sin embargo, la experiencia de implementaciones similares sugiere que, más que eliminar puestos de trabajo, estas tecnologías tienden a transformarlos. Los empleados que antes se dedicaban a tareas repetitivas como el cobro pueden reorientarse hacia funciones que requieren habilidades más complejas, como el asesoramiento personalizado, la gestión de incidencias técnicas o la mejora de la experiencia de compra.
Aldi no ha hecho declaraciones específicas sobre cómo afectará esta tecnología a su estructura de personal, pero ha enfatizado que el objetivo principal es mejorar la experiencia del cliente, no reducir costes laborales.
¿Cuándo llegará este sistema a España?
Por el momento, Aldi no ha anunciado planes concretos para implementar este sistema en España. La prueba piloto en Londres servirá para evaluar la aceptación por parte de los consumidores y la viabilidad económica del modelo antes de considerar su expansión a otros mercados europeos.
El proceso habitual en innovaciones de este tipo suele implicar un periodo prolongado de pruebas, ajustes y optimizaciones antes de su despliegue internacional. Además, cada mercado tiene particularidades propias en cuanto a hábitos de consumo y adopción tecnológica que requieren adaptaciones específicas.
Los expertos del sector estiman que, si la prueba resulta exitosa, la tecnología podría comenzar a implementarse gradualmente en los principales mercados europeos en un plazo de dos a tres años, comenzando probablemente por tiendas ubicadas en zonas urbanas con poblaciones más jóvenes y tecnológicamente avanzadas.