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¿Qué significa cuando una persona habla sola y en voz alta, según la psicología?

La psicología moderna desmitifica el hábito de hablar solo y lo presenta como una práctica habitual entre personas con altos niveles de autoobservación y pensamiento estructurado

Una persona mirándose al espejo.

Una persona mirándose al espejo.Unsplash

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El fenómeno de hablar solo, algo que muchas personas experimentan pero pocas reconocen abiertamente, ha sido objeto de estudio por parte de la psicología moderna, revelando sorprendentes beneficios cognitivos. Según diversos especialistas, este comportamiento, lejos de ser preocupante, puede considerarse un rasgo común entre personas exitosas que aprovechan este mecanismo para potenciar su memoria, mejorar su concentración y aumentar su confianza. Las investigaciones más recientes desmontan el estigma asociado a esta práctica, presentándola como una herramienta cognitiva de gran utilidad.

Gary Lupyan, profesor asociado de psicología en la Universidad de Wisconsin, ha explicado a la BBC que mantener conversaciones con uno mismo no constituye un comportamiento irracional. "Aunque todos sabemos a qué se parece un plátano, decir la palabra en voz alta ayuda al cerebro a activar información adicional sobre ese artículo, incluyendo cómo se ve. Por supuesto vamos a encontrar de todas maneras el plátano, pero lo haremos más rápido si lo mencionamos", señala el experto. Esta afirmación se sustenta en estudios donde los participantes que verbalizaban los nombres de objetos mostrados en una pantalla lograban localizarlos posteriormente con mayor rapidez que quienes no lo hacían.

Los múltiples beneficios de hablar en voz alta

La psicoterapeuta Anne Wilson recomienda activamente a sus pacientes que hablen consigo mismos, ya que esta práctica contribuye notablemente a su bienestar emocional. "Todos necesitamos hablar con alguien interesante, inteligente, que nos conozca bien y esté de nuestro lado. Esa persona somos nosotros mismos", afirma Wilson, destacando el valor terapéutico de este hábito.

Un estudio publicado en la prestigiosa revista Harvard Business Review reveló que hablar de uno mismo en tercera persona resulta particularmente efectivo para generar estados de tranquilidad y confianza. Esta técnica, conocida en psicología como "distanciamiento verbal", permite a la persona analizar situaciones desde una perspectiva más objetiva, como si estuviera aconsejando a otra persona.

Investigaciones realizadas conjuntamente por las universidades de Wisconsin-Madison y Pensilvania han aportado evidencia adicional sobre los beneficios cognitivos de hablar solo. Los resultados indican que verbalizar el nombre de un objeto mejora significativamente la capacidad de identificarlo visualmente cuando antes no resultaba evidente. Este fenómeno, denominado "priming verbal", demuestra que el lenguaje no solo funciona como herramienta comunicativa, sino que optimiza procesos cognitivos más complejos.

Cómo el diálogo interno mejora la concentración y el rendimiento

Uno de los descubrimientos más interesantes en este campo es la relación entre hablar solo y la capacidad de enfoque. Las investigaciones demuestran que verbalizar instrucciones o pasos a seguir facilita la concentración en tareas específicas y aumenta la eficacia en su ejecución.

Este comportamiento se observa de forma natural en los niños, quienes frecuentemente narran en voz alta las acciones que realizan, como vestirse o atarse los cordones. Los psicólogos del desarrollo consideran esta conducta como un mecanismo de autorregulación que ayuda a los pequeños a organizar sus pensamientos y coordinar sus movimientos.

En adultos, hablar solo puede funcionar como una estrategia de planificación y organización mental. Al verbalizar ideas, problemas o decisiones, se activan distintas áreas cerebrales que facilitan el procesamiento de información y la toma de decisiones más acertadas. Además, esta práctica permite exteriorizar y ordenar pensamientos que, de otro modo, podrían resultar confusos o abrumadores cuando permanecen únicamente en el plano mental.

¿Por qué algunas personas hablan solas con más frecuencia?

Los expertos señalan que existen diferencias individuales significativas en la tendencia a mantener diálogos en voz alta con uno mismo. Factores como la personalidad, el entorno familiar y cultural, así como ciertas experiencias vitales, pueden influir en la frecuencia e intensidad de esta conducta.

Las personas con un estilo de aprendizaje predominantemente auditivo suelen beneficiarse especialmente de esta práctica, ya que procesan mejor la información cuando la escuchan. Por otra parte, quienes han crecido en entornos donde se fomentaba la expresión verbal tienden a desarrollar con más naturalidad este hábito.

Es importante distinguir entre el habla solitaria funcional —aquella que sirve para organizar pensamientos, resolver problemas o reforzar el aprendizaje— y las manifestaciones que podrían indicar algún trastorno psicológico. Los especialistas coinciden en que, mientras este comportamiento no interfiera con la vida cotidiana ni genere malestar, constituye una herramienta cognitiva perfectamente normal y potencialmente beneficiosa.

¿Cuándo deberíamos preocuparnos por hablar solos?

Aunque hablar solo es generalmente inofensivo e incluso beneficioso, existen circunstancias en las que podría ser síntoma de problemas más serios. Los psicólogos recomiendan prestar atención cuando el contenido del discurso resulta incoherente, cuando la persona no es consciente de estar hablando en voz alta, o cuando las voces parecen provenir del exterior (alucinaciones auditivas).

Asimismo, si este comportamiento va acompañado de un deterioro en las relaciones sociales o en el funcionamiento laboral, podría ser conveniente consultar con un profesional de la salud mental para descartar posibles trastornos subyacentes.

Técnicas para aprovechar los beneficios de hablar solo

Para quienes deseen incorporar esta práctica de forma consciente, los expertos recomiendan algunas estrategias específicas:

1. Autocoaching: Utilizar frases motivadoras en momentos de estrés o antes de afrontar situaciones desafiantes puede aumentar la confianza y reducir la ansiedad.

2. Resolución de problemas: Verbalizar las distintas partes de un problema complejo ayuda a descomponerlo en elementos más manejables.

3. Memorización activa: Repetir en voz alta la información que se desea retener mejora significativamente la tasa de recuerdo posterior.

4. Ensayo de presentaciones: Practicar discursos o exposiciones hablando solo permite identificar puntos débiles y ganar fluidez verbal.

En definitiva, la evidencia científica respalda que hablar solo, lejos de ser un comportamiento extraño o preocupante, constituye una valiosa herramienta cognitiva que puede potenciar diversas capacidades mentales. Como señalan los especialistas, el lenguaje no solo nos conecta con los demás, sino que también fortalece nuestra relación con nosotros mismos, mejorando nuestra capacidad para pensar, recordar y concentrarnos.

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