Guardia Civil y DGT alertan de las causas por las que podrías dar positivo en un control de alcoholemia sin haber bebido ni una gota
No siempre un resultado positivo en un control de alcoholemia implica la ingesta de bebidas alcohólicas

Un control de la Guardia Civil.
Conducir bajo los efectos del alcohol continúa siendo una de las infracciones más sancionadas en España, con la Guardia Civil y la Dirección General de Tráfico (DGT) realizando controles constantes por toda la red vial. Sin embargo, no siempre un resultado positivo en un control de alcoholemia implica la ingesta de bebidas alcohólicas. Existen ciertas circunstancias en las que un conductor puede arrojar una tasa diferente de cero sin haber consumido una sola gota de alcohol.
Las causas principales de un positivo en alcoholemia sin haber bebido son:
- Enjuagues bucales. Muchos colutorios contienen entre un 10 % y un 20 % de alcohol. Su uso, especialmente en las primeras horas del día, puede dejar trazas que afecten a las pruebas de alcoholemia. Aunque su efecto suele ser puntual y no suficientemente alto para superar el límite legal, puede provocar un resultado positivo en los controles.
- Sprays para aliviar la irritación de garganta. Algunos aerosoles utilizados para tratar molestias en la garganta contienen alcohol como excipiente. Si se emplean poco antes de realizar un control, pueden interferir en la medición del alcohol, generando una lectura errónea.
- Alimentos que contienen alcohol en la receta. Platos tradicionales como guisos o salsas con vino o cerveza pueden conservar restos de alcohol si la cocción no ha sido suficiente para evaporarlo por completo. Consumir estos platos pocos minutos antes de conducir podría dejar concentraciones detectables.
Implicaciones legales y sanciones por alcoholemia positiva
Es importante destacar que estas situaciones, aunque posibles, generalmente no suelen provocar mediciones que superen los límites legales establecidos por la normativa de tráfico española. Según la legislación vigente, conducir superando la tasa permitida (0,5 g/l en sangre o 0,25 mg/l en aire espirado para conductores generales) puede acarrear multas económicas severas que oscilan entre los 500 y los 1.000 euros, además de la pérdida de entre 4 y 6 puntos del permiso de conducir.
En casos de reincidencia o tasas muy elevadas, las sanciones pueden incrementarse considerablemente, llegando incluso a la vía penal cuando se superan los 0,60 mg/l en aire espirado, lo que podría suponer penas de prisión, trabajos comunitarios y retirada del carnet.
¿Cómo funcionan los alcoholímetros de la DGT?
Los dispositivos utilizados por las autoridades de tráfico para medir la tasa de alcohol en conductores funcionan analizando el aire espirado. Estos aparatos no distinguen el origen del alcohol detectado, sino únicamente su presencia y concentración. Por este motivo, cualquier sustancia que contenga alcohol y haya estado en o con la cavidad bucal podría provocar una lectura positiva, aunque no proceda de la ingesta directa de bebidas alcohólicas.
Los controles oficiales suelen realizar dos mediciones con un intervalo de tiempo entre ellas precisamente para descartar posibles falsos positivos causados por estos factores externos. Si existe discrepancia entre ambas pruebas o hay sospechas de un falso positivo, el conductor tiene derecho a solicitar un análisis de sangre que determine con mayor precisión la presencia real de alcohol en el organismo.
¿Qué hacer si crees que has dado un falso positivo?
Si te encuentras en la situación de dar positivo en un control de alcoholemia sin haber bebido, es recomendable informar inmediatamente a los agentes sobre cualquiera de estas circunstancias que podrían estar alterando el resultado:
- Menciona si has utilizado enjuagues bucales o sprays para la garganta recientemente.
- Informa sobre los alimentos que has consumido, especialmente si sabes que en su preparación se utilizó algún tipo de bebida alcohólica.
- Solicita una segunda prueba transcurrido un tiempo prudencial, ya que los restos de alcohol procedentes de estas fuentes suelen desaparecer rápidamente.
En casos extremos, siempre existe la posibilidad de solicitar un análisis de sangre que confirme la presencia real de alcohol en el organismo, aunque esta opción suele reservarse para situaciones en las que existan dudas razonables sobre la fiabilidad de las mediciones realizadas con el alcoholímetro.
Medidas preventivas para evitar falsos positivos
Si vas a conducir y te preocupa la posibilidad de dar un falso positivo en un control de alcoholemia, puedes tomar algunas precauciones sencillas:
- Evita utilizar enjuagues bucales con alcohol al menos dos horas antes de ponerte al volante.
- Si necesitas un spray para la garganta, busca alternativas sin alcohol en su composición.
- Ten en cuenta los ingredientes de los platos que consumes antes de conducir, especialmente en restaurantes donde no controlas la elaboración.
- Bebe agua abundante después de utilizar productos bucales o consumir alimentos preparados con alcohol, ya que ayuda a eliminar los restos.
Estos tres motivos explican por qué ocasionalmente un conductor perfectamente sobrio podría enfrentarse a la sorpresa de no marcar 0,0 en un control rutinario de la Guardia Civil, aunque, como señalan los expertos, difícilmente estas circunstancias provocarán mediciones que superen los límites legales establecidos por la normativa española de tráfico y seguridad vial.